sábado, 14 de julio de 2012

Gillian en PrivatAir Magazine

En esta nueva entrevista con PrivatAir Magazine, Gillian Anderson, nos deja internarnos en una de sus pasiones desarrollada a lo largo de los años, que la ha ayudado a expresar su naturaleza creativa cuando no se encuentra en los sets de filmación. A raíz de ello, tenemos la oportunidad, además, de darle una mirada a su residencia en Sri Lanka.


Propiedad Destacada

Por Sam Bayoumi.
Julio de 2012.




Creció en Puerto Rico, América e Inglaterra, se casó en Hawai y Lamu, y ahora Gillian Anderson se encuentra irresistiblemente atraída por Sri Lanka. Sam Bayoumi habla con la estrella de ciencia ficción convertida en una agente de bienes raíces.



Gillian Anderson se enamora fácilmente. No estamos hablando sobre esposos pasados (de los cuales ha habido dos) sino de propiedades. Compró su primera casa en Vancouver, a la edad de 24 o 25 años, como resultado de su éxito en 'The X-Files', la serie de televisión caza extraterrestres en la que se hizo de un nombre. En los 18 años transcurridos desde entonces, ha pasado por 12 o 13 residencias más. Estas no son casas de alquiler temporario hechas para acomodar una vida dedicada a correr alrededor del mundo durante rodajes. Estas son propiedades adquiridas, remodeladas y luego vendidas con un rango de beneficio. Algunas se convierten, por un tiempo, en la casa familiar, otras son para retiros de fin de semana o casas vacacionales – pero principalmente son proyectos.

Anderson es apasionada acerca de sus bienes raíces. Recientemente estaba filmando en un edificio abandonado en Belfast, y lo único en lo que podía pensar, dice, era en cuán maravilloso sería convertir en lugar en apartamentos. Así que, ¿Es la mujer que fue la glacial agente Dana Scully y que fuera elegida como la 'Mujer Más Sexy del Mundo' en 1996 por la revista FHM, una agente inmobiliaria fanática de corazón? "Es lo que hago", dice. "Es mi forma de ser creativa cuando no estoy trabajando. Me encantan los edificios. Me encantan las casas."

La pasión por las propiedades se remonta a su adolescencia. Nació en Chicago, pero cuando tenía dos años sus padres se mudaron a Londres, donde Anderson pasó los siguientes nueve años; la familia regreso a Estados Unidos para establecerse en Grand Rapids, Michigan, pero Anderson volvería a visitar Londres cada verano. "Teníamos unos vecinos en Crouch End (al norte de Londres) y ellos tenían este apartamento que era de ladrillo expuesto y pisos de madera con alfombras de algas marinas y extraños objetos de arte que habían recolectado de todo el mundo. Hicieron el lugar ellos mismos y siempre sentí que de esa forma era como quería que fuera mi casa cuando fuera un adulto. Cuando tenía 16 años les pedí que me llamaran si alguna vez vendían su apartamento. Así lo hicieron, ocho años después, y dijeron: "Sabemos que ahora eres famosa por lo tanto puedes costearlo."

El éxito en 'The X-Files', sin embargo, mantuvo a Anderson anclada primero en Vancouver y luego en Los Angeles, donde la serie de televisión se filmaba por nueve meses al año durante nueve años consecutivos. Fue sólo cuando la serie terminó en 2002 (desde entonces ha habido dos secuelas para la pantalla grande) que se dirigió a Londres. Para una actriz en demanda que podía haber formado parte del elenco de casi cualquier superproducción de Hollywood, no fue un movimiento diseñado para seguir una carrera en el cine.




"Sabía que cuando la serie terminara lo que quería hacer era teatro, y por alguna razón quería estar en los teatros en Londres en lugar de Nueva York. Así que vine aquí, busqué una obra y la encontré". Su debut en West End con 'What the Night is For?', provocó una respuesta más cálida de fans de 'The X-Files' que de los críticos de teatro, quienes estuvieron apenas más entusiastas con su próxima obra, 'The Sweetest Swing in Baseball'. Su actuación en 'A Doll's House' de Ibsen en el Teatro Donmar el año 2009 fue mucho mejor recibida – The Telegraph elogió su interpretación de Nora como "excelente... por turnos sexy, neurótica, manipuladora, aterrorizada, y en el último gran acto, absolutamente despiadada."

También ha aparecido en las películas 'The Last King of Scotland', 'A Cock and Bull Story' y 'Johnny English Reborn', y más tarde este año aparecerá junto a Clive Owen y Andrea Riseborough en el thriller situado en Irlanda del Norte, 'Shadow Dancer' y con Michael Caine en 'Mr Morgan's Last Love'. En televisión fue una sorprendente Miss Havisham en 'Great Expectations' y fue nominada a los premios Bafta y Emmy por su interpretación de Lady Dedlock en 'Bleak House'. Ella también tuvo dos hijos, Oscar, nacido en 2006, y Felix, nacido en 2008, con su pareja actual, un empresario inglés (también tiene una hija, Piper, de su primer matrimonio)

Su primera residencia en Londres, adquirida en 2002 (uniéndose a sus casas en Vancouver y Malibu), estaba en Portobello Road en Notting Hill, un área que escogió porque muchas de sus amistades vivían allí. Ella convirtió una antigua casa en un refugio bohemio – "Convertí el comedor en una sala marroquí, con una banqueta, y montones y montones de colores, con 18 capas de pintura y ese tipo de cosas" – luego se mudó. Compró, transformó y vendió tres casas más en Notting Hill, en rápida sucesión. Luego se trasladó a Bloomsbury, que según dice era "el cielo", porque los paparazzi nunca la encontraron allí. Desde entonces se mudó nuevamente y está en proceso de renovar una nueva casa al este de Londres. Ubicada en una parte de la ciudad que en los últimos años ha sido colonizado por artistas, diseñadores, arquitectos y nuevas agencias, aunque esa no es la razón por la que la eligió. "Soy un poco ermitaña y es fácil desaparecer aquí. Es bastante anónimo."

Además de la casa al este de Londres, Anderson tiene otro proyecto de carácter más internacional. Cinco años y medio atrás, mientras estaba de camino a la India, paró para hacer una escala en Colombo, hizo un poco de turismo y le gustó lo que vio. "Sri Lanka es un paraíso. Hay diferentes climas en cada lado de la isla – en un lado es invierno, mientras que en el otro es verano. La vegetación y la fauna son extraordinarios, y si conduces en los alrededores puedes ver Budas blancos de 300 pies por todo el lugar – es realmente genial."

De vuelta en Londres comenzó la búsqueda de webs inmobiliarias hasta que encontró algo de su interés: "Era esta casa tan hermosa y ridículamente enorme, y el precio que tenía era tan bajo. Se la mostré a mi hija y ella dijo: 'Oh mamá, no puedes no comprarla', así que cuando estaba embarazada de ocho meses de Felix, volamos para echar un vistazo y me enamoré de ella."




Ubicado en siete acres de exuberantes jardines, a una hora en coche en los interiores de Colombo, la casa perteneció a una conocida familia aristocrática de Sri Lanka, uno de los cuales era Justin Deraniyagala. Uno de los pioneros del arte en Sri Lanka, que estudio en Slade en Londres y luego trabajó en Paris. Un contemporáneo de artistas como Picasso, Matisse y George Braque, que pintó a Josephine Baker en 1920. Cuando Anderson la compró, la casa había estado vacía por más de 30 años, y se parecía más a una mansión embrujada que a una casa habitable.

Desde entonces, ha estado volando a Sri Lanka, de entre seis a ocho veces al año durante dos semanas para a su vez supervisar las obras de renovación llevadas a cabo por un local encargado del proyecto y su equipo. La casa principal fue vuelta a techar, terrazas y balcones fueron abiertos y ampliados de diversas formas, nuevos cuartos de baño y cocinas fueron creados, y varias edificaciones anexas fueron convertidas en alojamientos adicionales.


  


El patio interior fue cambiado utilizando piedras antiguas de la calle, las lámparas y vidrios decorativos fueron triados de la India, el mármol de los baños provino de Italia, un artista español fue empleado para hacer techos pintados decorativos y unidades de aire acondicionado ecológicas fueron traídas desde China.  

Anderson ha llenado la casa con un desfile mundial extraordinario de muebles. La mesa del comedor solía estar en su casa de Malibu y tiene una base de plata repujada india (comprada en una tienda de antigüedades en California) con una tapa hecha de madera de Jarrah de ferrocarril. La cabecera en uno de los dormitorios provino de un circo y fue encontrado en un mercado de Portobello Road. También hay una sala de proyección, oficinas para él y para ella, y un desván para meditación.




Hay planes para una piscina infinita en un pedazo de tierra alta, con vistas de 180 grados a los valles vecinos, pero no está segura si va a encargarse de hacerlo ella misma. "He estado trabajando en ello por cuatro años - creo que nunca antes he trabajado en la remodelación de una casa por tanto tiempo. Así que hay una parte de de mi que siente que ya es hora de pasar el proyecto."

Su idea original era crear una casa de huéspedes exclusiva – la casa cuenta con 13 habitaciones, además de varias áreas de estar, cocinas y cuartos de baños – pero desde entonces ha tenido un cambio de corazón. "No soy una persona de tener un hotel boutique o una casa que se alquila de forma regular. Pensé que podía hacerlo, pero después me di cuenta que esa no soy yo. Me gusta saber que somos las únicas personas que utilizan el lugar". Ella ha decidido poner la propiedad en venta en su lugar.

Además de que hay un posible nuevo proyecto en el horizonte - su pareja acaba de comprar una plantación de té en Sri Lanka.





Artículo Original: Gaws.
Traducción: EGA.

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